El TDAH (Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad) es una condición del neurodesarrollo que hace más difícil que un niñito (o adolescente/adulto) pueda mantener la atención, quedarse quieto y controlar impulsos. No es “mala crianza” ni pereza: es una forma distinta de funcionamiento del cerebro que puede mejorarse con estrategias y tratamiento adecuados.

¿Qué es el TDAH? Explicación clara para papás y mamás venezolanos

¿Cómo se manifiesta? Lo que suelen ver los padres

Los síntomas se agrupan en tres estilos (presentaciones):

  • Inatento: se distrae con facilidad, pierde cosas, tiene dificultad para seguir instrucciones o terminar tareas.
  • Hiperactivo-impulsivo: se mueve mucho, habla sin parar, actúa sin pensar.
  • Combinado: mezcla de ambos.

Estos rasgos deben ser persistentes, aparecer en más de un lugar (casa y escuela) y desde la infancia para hablar de TDAH. Los síntomas pueden cambiar con la edad: muchos niños inquietos se calman, y la inatención puede ser más notoria en la adolescencia.

¿Por qué aparece? Lo esencial, sin tecnicismos

No hay una sola causa. La evidencia apunta a factores genéticos (suele haber familiares con síntomas) y factores biológicos (diferencias en el desarrollo de áreas cerebrales relacionadas con la atención y el autocontrol). También influyen el ambiente, la nutrición y el estrés, pero eso no significa que los padres sean culpables.

¿Cómo se hace el diagnóstico?

No existe una “prueba de sangre” que lo confirme. El diagnóstico lo realiza un profesional (pediatra, neurólogo infantil, psiquiatra o psicólogo clínico) a partir de: historia clínica, evaluación del comportamiento en casa y en la escuela, y pruebas o escalas estandarizadas. Es clave descartar otros problemas (por ejemplo, dificultades de aprendizaje, ansiedad o problemas médicos) que puedan parecer.

Tratamiento: qué funciona y qué esperar

El abordaje eficaz suele combinar varias cosas:

  1. Intervenciones psicoeducativas y entrenamiento para padres: aprender técnicas de manejo de conducta, establecer rutinas y reforzar comportamientos positivos. Muy importante para niños pequeños.
  2. Apoyo escolar: adaptaciones en metodología, horarios, más estructura y seguimiento.
  3. Terapia conductual y/o psicológica: ayuda con la organización, habilidades sociales y regulación emocional.
Medicamentos (cuando corresponde): los fármacos estimulantes (y algunos no estimulantes) pueden ayudar a mejorar atención e impulsividad en niños mayores y adolescentes; su uso lo decide el médico, valorando beneficios y efectos secundarios. No siempre son necesarios, y nunca deben usarse sin supervisión profesional.

Consejos prácticos y fáciles para papás y mamás venezolanos

  • Mantén rutinas claras: hora fija para levantarse, estudiar y dormir.
  • Divide tareas grandes en pasos cortos y medibles.
  • Usa listas, alarmas y recordatorios visuales (post-its, pizarras).
  • Reforza lo positivo: elogia esfuerzos concretos (“qué bien organizaste tu cuaderno”) y ofrece pequeñas recompensas por metas.
  • Evita castigos largos; mejor consecuencias educativas (enseñar en vez de solo castigar).
  • Coordina con la escuela: pide adaptaciones sencillas (sentarse cerca del docente, instrucciones por escrito, tiempo extra para pruebas).
  • Si sospechas TDAH, pide una evaluación profesional — la intervención temprana facilita mucho las cosas.

Mitos comunes y la verdad del TDAH

Mito: “Es por ver mucha TV o usar tablets.”

Verdad: La pantalla no causa TDAH, aunque el exceso de pantallas puede empeorar la conducta y la atención.


Mito: “Si le doy medicación, mi hijo se volverá adicto.”

Verdad: Usados correctamente bajo supervisión médica, los estimulantes no equivalen a adicción y pueden mejorar calidad de vida; siempre con control.

Cuando vives en Venezuela cosas útiles a considerar

En nuestro país hay recursos públicos y grupos de apoyo donde encontrar orientación; las autoridades de salud también informan sobre la importancia de la detección temprana y el trabajo conjunto entre familia, escuela y especialistas. Si la ruta pública se complica, busca profesionales con experiencia en niñez y neurodesarrollo y pide referencias en colegios o asociaciones locales.

¿Qué hacer ahora si sospechas que tu hijo tiene TDAH?

  1. Anota comportamientos puntuales (qué hace, cuándo, y en qué contexto).
  2. Habla con la maestra/o para saber cómo se comporta en clase.
  3. Pide una evaluación con un pediatra o especialista en salud mental infantil.
  4. Mientras evalúan, prueba rutinas y estrategias de manejo (listas, rutinas, refuerzos).

El TDAH no define al niño: con diagnóstico correcto, apoyo y estrategias prácticas, la mayoría mejora y alcanza sus metas. Como papá/mamá, tu papel es clave: observar, acompañar y buscar ayuda cuando haga falta.

Fuentes consultadas

CDC — Información general y guías sobre síntomas y tratamiento. AEPed / guías pediátricas — Recomendaciones sobre terapia conductual y apoyo escolar. aeped.es AACAP — Guía sobre medicamentos para familias. aacap.org Ministerio del Poder Popular para la Salud (Venezuela) — Mensaje institucional sobre la importancia del trabajo conjunto. mpps.gob.ve